www.metalog.org/files/introd.html
Esta
versión castellana ha sido esmeradamente revisada por:
Higinio Alas Gómez, Profesor Emérito de Ciencias
Religiosas, la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica;
José
Cascant Ribelles (Doctor en Sagrada Teología, Navarra),
anteriormente Rector del Seminario Mayor de Arequipa, El Perú;
y Dr. Pedro José Chamizo Domínguez, Profesor de
Filosofía del Lenguaje, la Universidad de Málaga,
España.
Metalogos:
Los
Evangelios de Tomás, Felipe y la Verdad
.
Proyecto
Copto Ecuménico
t.mnt.son77m.pe.xristos
.
www.metalog.org
.
Impreso
IV.92,
Internet I.98,
Revisado V.12
«¡Maravillad a lo presente!»—Las Tradiciones del Apóstol Matías
Introducción
En diciembre del año 1945 dos campesinos egipcios musulmanes, Muhámad Alí al-Samán y su hermano Jalífah Alí, encontraron más de 1.100 páginas de antiguos manuscritos en papiro, enterrados junto al acantilado oriental en el valle del Alto Nilo. Los textos eran traducciones de originales griegos al copto, que era la etapa helenística de la antigua camítica lengua faraónica (Gén 10:6). Ese dialecto evolucionó después de la conquista por Alejandro Magno en el 332 a.C. y posteriormente fue reemplazada por el árabe como la lengua vernácula egipcia después de la conquista musulmana en el 640 d.C. Así pues, el copto se convirtió en la lengua de la iglesia egipcia primitiva y permanece como su lenguaje litúrgico hasta hoy día.
El yacimiento de este descubrimiento, al otro lado del río del pueblo moderno de Nag Hammadi, ya era famoso como el pueblo en la antigüedad llamado ΧΗΝΟΒΟΣΚΕΙΟΝ (‘pastizal de gansos’), donde en el 320 d.C. San Pacomio fundó el primer monasterio cristiano. Poco menos de medio siglo después, en el 367 d.C., los monjes locales copiaron unos 45 escritos religiosos diversos—entre los que se encuentran los evangelios de Tomás, Felipe y la Verdad, además de una parte de la República de Platón (588A-589B)—en una docena de códices encuadernados en cuero. Esta biblioteca entera fue cuidadosamente sellada en una urna y escondida cerca, entre las rocas, donde permaneció sin descubrirse durante casi 1.600 años. Estos papiros, vistos por primera vez por eruditos en marzo de 1946,1 se han conservado desde 1952 en el Museo Copto del Cairo Antiguo. La edición fotográfica más temprana del manuscrito del Códice II, fue editada por el Dr. Pahor Labib (El Cairo: Departamento Gubernamental de Antigüedades, 1956). (foto de una página de los papiros)
El autor del Evangelio de Tomás se presenta como Santo Tomás el apóstol, uno de los doce. El documento consta de una colección de más de cien dichos y diálogos cortos del Salvador, sin conexión narrativa. Algunos de estos dichos fueron citados como Escritura por autores cristianos en la antigüedad—por ejemplo, los Dichos 2/22/27/37 por Clemente de Alejandría (hacia 150-211 d.C.) en su Stromata (Remiendos)—aunque sin atribución explícita a Tomás. Últimamente, hace 100 años en Oxirrinco de Egipto se encontraron algunos fragmentos de lo que ya sabemos es una versión previa de Tomás en griego, por la paleografía fechada así (estos son hiperligados desde los logia respectivos en Tomás):
Tom 26-33 y 77 |
200 d.C. |
|
Tom Prólogo y 1-7 |
250 d.C. |
|
Tom 36-39 |
250 d.C. |
—véase Biblio.12. El descubrimiento más reciente de la versión copta sahídica (S) de Tomás, nos ha permitido por fin tener acceso a este evangelio en su totalidad. Pruebas adicionales, como el asíndeton en logion 6, revelan una fuente semítica anterior (véase Guillamont, Comentarios Eruditos Modernos). Como se indica en el artículo de prensa abajo citado, casi todos los eruditos bíblicos que han estado estudiando este documento desde su primera publicación, han concluido que Tomás debe ser aceptado como un verdadero quinto evangelio, de una autoridad igual a la de San Juan y los sinópticos. Es particularmente de interés que varios de los logia en Tomás (12/24/28/37) son evidentemente dichos de la post-resurrección.
El Evangelio de Felipe—como se puede inferir de sus dichos 51/82/98/101/137—se compuso al menos en parte después del 70 d.C. por San Felipe llamado el evangelista (no el apóstol), que aparece en los Hechos de los Apóstoles en 6:1-6/8:4-40/21:8-14. No hay ni una referencia ni una cita previa conocida de este complejo texto, que es una traducción al sahídico de reflexiones sobre la tradición abrahámica, sobre Israel y el Mesías encarnado, mientras que elabora una metafísica de idealismo espiritual. (Una página de Felipe en mecanografía)
El Evangelio de la Verdad se compuso alrededor del año 150 d.C. por Valentín, el famoso santo de Alejandría (nacido hacia 100 d.C.). Se trata de una entretejida meditación continua sobre el Logos, pero hasta su descubrimiento en Nag Hammadi (en el dialecto sub-ajmímico, A²), no se conocía ni una frase sobreviviente de esta noble composición. (Las primeras cinco secciones están en la red en formato audio. Además hay una versión preliminar en inglés de otro texto sublime de Nag Hammadi, el cual también podría ser por Valentín: La Supremacía).
En los primeros años después del descubrimiento de estos documentos y antes de que los estudiosos pudieran escudriñarlos suficientemente, era habitual describirlos colectivamente como ‘gnósticos’ (así p.e. Grant y Freedman [1960], en Comentarios Eruditos Modernos). Éste ha sido siempre un término genérico para la mezcla mediterránea de anti-sensoriales cultos de misterios de los primeros siglos d.C. El ‘gnosticismo’—sea oriental, platónico, de las religiones de misterio o teosófico—considera por definición al universo perceptible, incluso nuestras vidas encarnadas además de toda la historia humana, bíblica o no, como inherentemente ilusorio y/o maligno. En cambio, según el Antiguo Testamento y los evangelios canónicos, este universo no es ni irreal ni malo sino creado divinamente y bueno: así, entre un sinfín de ejemplos, Gén 1:31 (‘todo cuanto había hecho [Dios], era bueno en gran manera’) y Lc 24:39 (‘carne [y] huesos como ... yo tengo’). Desdichadamente, al principio ‘gnosticismo’ fue usado como un cajón de sastre para meter en él a todos los diversos escritos de Nag Hammadi. Una investigación detallada muestra con claridad que ni Tomás ni Felipe ni el Evangelio de la Verdad tiene contenido gnóstico, puesto que cada uno de ellos afirma explícitamente la realidad sagrada de la encarnación humana, junto con su contexto histórico (véase Com.1).
Los cánones del Nuevo Testamento de la iglesia occidental (católica/protestante), ortodoxa, copta, armenia, etíope y siria/nestoriana difieren significativamente entre sí—y esos listados incluso fueron discutidos por las diversas ramas del cristianismo hasta muchos siglos d.C.; antes había solamente opiniones diversas recordadas por una variedad de individuos mucho tiempo después de la era apostólica, referentes no sólo a los textos generalmente aceptados hoy día, sino también a escritos como la Epístola de Bernabé, el Pastor de Hermas, el Evangelio de los Egipcios, el Evangelio de los Hebreos (en el cual Cristo se refiere a la Sagrada Espíritu3 como su Madre), las Tradiciones de Matías, el Apocalipsis de Pedro, la Didajê y los Hechos de Pablo. Así, el Códice Sinaítico, de mediados del siglo IV, incluye tanto Bernabé como el Pastor de Hermas, mientras que el Códice Alejandrino, de primeros del siglo V, contiene I y II Clemente además de los Salmos de Salomón. No hubo ningún concilio de la Iglesia sobre el canon del NT hasta el Sínodo de Laodicea (363 d.C.), el cual de hecho rechazó el Apocalipsis de San Juan. Doce siglos después (!), se estableció por fin el canon occidental por el Concilio de Trento (1546 d.C.), el cual definió la lista actual de 27 libros como un artículo de la fe católica (aunque los concilios episcopales prudentemente nunca han pretendido ser infalibles; el voto en Trento fue de 24 contra 15, con 16 abstenciones—como si la comunidad apostólica original hubiera sido una democracia en lugar de un reino4); esta lista entonces fue aceptada por las varias sectas protestantes. Las diversas iglesias orientales tienen historias igualmente complicadas para establecer sus cánones respectivos del NT: así, el canon armenio incluye un III Corintios paulino; el NT copto contiene I y II Clemente; el Peshita nestoriano excluye II y III Juan, Judas y el Apocalipsis; y la Biblia etíope añade unos libros llamados los Sínodos, la Epístola de Pedro a Clemente, el Libro de la Alianza, y la Didascalia. (véase Biblio.33)
No obstante, es de destacar que los Evangelios de Tomás, Felipe y la Verdad evidentemente no eran conocidos por ninguna de esas tradiciones en el momento de sus intentos por establecer un canon del NT, pues jamás se mencionaron durante sus prolongadas deliberaciones—y por ello ni siquiera se tuvieron en cuenta para ser incluidos en sus listas respectivas. En todo caso, el concepto de un canon ciertamente nunca fue inventado para excluir la posible inspiración de descubrimientos posteriores de textos o de ágrafa aislados (Lc 1:1 y Jn 21:25).
Lo que sucediera durante los primeros tres siglos y medio d.C., antes de los intentos eclesiásticos más tempranos para establecer un canon, es notoriamente oscuro, pues los mesiánicos del evangelio original fueron finalmente suplantados por los ‘cristianos’ paulinos (Hch 11:25-26). Así por un lado, la Epístola de Bernabé (a fines del siglo I) permanece ignorante de los evangelios históricos; y por otro lado, Justino Mártir (a mediados del siglo II) no muestra ningún conocimiento de los escritos de Pablo—apuntando a un cisma continuando entre las tradiciones petrina y paulina. Clemente de Alejandría e Ireneo de Lyón, a fines del siglo II, son los primeros autores que citan explícitamente tanto a los evangelios como a Pablo. He intentado analizar el fundamento de esta dicotomía en ‘La paradoja de Pablo’. Referente a ese período de formación, una lectura esencial es el estudio magistral de Walter Bauer, La ortodoxia y la herejía en el cristianismo más temprano (Tübingen 1934, Philadelphia 1971).
Las divisiones posteriores dentro del cristianismo paulino se pueden resumir así. Los patriarcas ortodoxos orientales de Alejandría, Antioquía y Jerusalén, así como muchos otros ancianos orientales, rehusaron aceptar la nueva doctrina sobre las ‘dos naturalezas’ de Cristo (la humana y la divina) proclamada en 451 d.C. por el Concilio de Calcedonia. Así la Iglesia (1) Ortodoxa Oriental se separó de las Iglesias (2) Ortodoxa del Este y (3) Católica Romana. Varios siglos después, en 1054 d.C., éstas a su vez se separaron entre si a causa del cisma ‘filioque’ (véase Com.2). Luego, al principio del siglo XVI, las Iglesias (4) Protestantes empezaron a subdividirse de la jerarquía Católica Romana. Las Iglesias Ortodoxas Orientales (#1) hoy en día incluyen la Copta, la Armenia, la Siríaca, la Etíope, la Eritrea, y la Malankara Tomasita de India. Su cristología es llamada por otros ‘monofisita’ (‘naturaleza única’); pero ellos mismos la llaman ‘miafisita’ (‘naturaleza unida’).
En su prólogo, Josué ben Sirac (siglo II a.C.) escribió un lema apropiado para cualquier obra de traducción: «Lo que fue expresado en hebreo, no tiene exactamente el mismo sentido cuando se traduce a otra lengua.» Con tal aviso, han sido preparadas las siguientes versiones tan literal como líricamente como he podido hacerlas. Han pasado desde arameo (Tomás) por griego (Felipe y Verdad) y luego copto, y así al inglés y en fin castellano—¡cinco etapas! El complejo proceso para interpretar tales documentos antiguos ha sido muy bien resumido por John R. Donahue SJ:
El término castellano ‘texto’ se deriva del latín texere, que significa ‘tejer’. Un texto es una entretejida red de significaciones, la cual produce un ‘círculo hermenéutico’; es decir, el significado de un texto hay que determinarlo en conjunto, pero el estudio de las partes individuales es preciso para alcanzar el significado del conjunto. La lectura de textos implica ‘un análisis contextual desarrollándose’, en que se estudia el contexto inmediato de un paisaje, lo que sigue o precede su contexto inmediato, y el contexto más amplio del documento entero.5
—y bien, con respecto a los evangelios coptos, este contexto más amplio tiene que incluir las escrituras canónicas (véanse los innumerables paralelos, lo mismo del AT que del NT, que se señalan por doquier).
Cualesquiera irregularidades gramaticales que se encuentren en las traducciones, están en el texto copto mismo (p.e. los tiempos verbales en Tom 64). Las reconstrucciones textuales plausibles aparecen entre [corchetes], mientras que las adiciones editoriales aparecen entre (paréntesis). ‘[...]’ indica los lugares donde no se puede interpolar, dado el deterioro del papiro. Las variantes griegas de Oxirrinco de Tomás aparecen entre {llaves}. Las notas a pie de página se indican con números sobrescritos¹, las situadas al final del texto corriente son hípervinculadas vía un circulito° (p.e. Origenº). Las citas bíblicas enumeradas son esenciales para la comprensión de los dichos en su contexto bíblico y se ruega al lector que las consulte en cada caso; las paralelas explícitas a Tomás en los sinópticos se indican aparte con un signo de igualdad=, para que el lector no busque lo previamente conocido. En la antigüedad, por supuesto, no había minúsculas y así para representar el hebreo, el griego y el copto, no he usado aquí sus letras cursivas correspondientes sino sus formas clásicas, que son más fáciles de leer para los no eruditos. Por su parte, al traducir tales textos antiguos a las lenguas modernas, es casi imposible poner mayúsculas de manera consistente y adecuada; pido la buena voluntad del lector con respecto a esto. Por todo, ‘P…’ se liga a los números de párrafo en la gramática copta de Plumley, ‘C…’ a los números de página en el diccionario copto de Crum (Biblio.6+7). Por último, puesto que los browsers Internet no leen correctamente la superlínea copta (P023), he utilizado subrayados en su lugar (p.e. 6n t.mnt.ero); esto se encuentra solamente en el texto copto, y así no se confundirá con los subrayados de los hipervínculos. El diéresis copto (p.e. ï), tampoco leído correctamente por los browsers, se ha omitido por completo.
He incluido también, en las notas de cada dicho, una que otra cita de individuos eminentes a través de los siglos, expresando una idea relacionada. En algunos casos—pero no todos—esta similitud deriva directamente de la influencia de un texto canónico paralelo. Pero en cada instancia se proporciona una vista aclaradora de la significación central del logion, dando una reformulación pensativa de su contenido esencial por una persona notable en otro contexto.
En lugar de la forma griega, Jesús (ΙΗΣΟΥΣ), he usado la aramea original: Yeshúa ((w#y), que significa ‘Yahweh Salvador’, es decir ‘Él-Es Salvador’ (Fel 20a). ‘SOY’ representa la auto-denominación divina de Éx 3:14: hebreo hyh) (ahyh), griego ΕΓΩ ΕΙΜΙ, copto anok pe (Tom 13, P306).
Por último, he adjuntado cinco ensayos a título de comentario: (1) ‘¿Son gnósticos los evangelios coptos?’, una demostración formal que no se pueden clasificarlos así; (2) ‘La Espíritu Materna’, sobre el género de #dqh xwr [rúaj ha-qódesh, Espíritu la-Santa] en las lenguas semíticas; (3) ‘Teogénesis’, acerca de la sugerencia de Felipe, que la transgresión humana original consistió en la pretensión de producir a los niños, en vez de aceptarlos como engendrados únicamente por Dios; (4) ‘Ángel, imagen y símbolo’, acerca de estos tres conceptos primarios encontrados en las nuevas escrituras, junto con su estructura metafísica subyacente de un idealismo espiritual; y (5) ‘La paradoja de Pablo’, un análisis filosófico de las evidentes discrepancias entre los evangelios canónicos y la teología de Saulo de Tarso, junto con un resumen de críticas similares por muchos individuos a través de los siglos.
Esta edición en castellano es básicamente una traducción de la versión en inglés, que preparé directamente del copto. Como es bien sabido, cualquier traducción debería ser revisada por alguien que tenga la lengua termino como su idioma nativo; por ello, Clara Luz García Salazar me ha ayudado en cada etapa de la versión castellana de esta tarea. Al principio utilicé también el programa, Spanish Assistant 1.00a (MicroTac Software, 1993); luego, la traducción preliminar fue corregida con esmero por Higinio Alas Gómez, Profesor Emérito de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica; y después por José Cascant Ribelles (Doctor en Sagrada Teología, Navarra), anteriormente Rector del Seminario Mayor de Arequipa, El Perú; por último, ha sido revisada detenidamente una y otra vez por Pedro Chamizo Domínguez, Profesor de Filosofía del Lenguaje, la Universidad de Málaga, España (véase Biblio.34)—todos ellos han corregido innumerables errores en la versión castellana, además de sugerir muchos mejoramientos estilísticos, con objeto de que el lector capte con claridad el sentido del copto. Debo agradecerles también a dos de mis profesores universitarios: al poeta Robert Frost, por su consejo de participar solamente en lo que es digno del tiempo de uno; y al Prof. William E. Kennick, por su ejemplo de los estándares más altos de la teología filosófica. También estoy en deuda con Bertrand Russell, en el tiempo en que yo era estudiante en Londres y tuve la oportunidad de manifestarme con él en la Campaña por el Desarme Nuclear, por su intrépido ejemplo en enfrentarse al Sistema—sea político, militar o religioso—por amor de la verdad. Buena parte de este trabajo lo hice mientras que estuve invitado en muchas universidades tanto estatales como privadas, además de seminarios y comunidades religiosas tanto católicos como protestantes, en todas partes de Latinoamérica; y también de las facultades de filosofía, de teología ortodoxa y de informática en la Universidad de Atenas—por su hospitalidad fraternal estoy profundamente agradecido. La ayuda técnica referente al Internet, ha sido bondadosamente facilitada por Ioannis Georgiadis, del Centro de Informática de la Universidad de Atenas.
Los evangelios canónicos tienen que ser el paradigma para valorar cualquier ‘evangelio’ recién descubierto. Es decir, nuestros criterios para investigar tal texto han de ser tanto su consistencia interna como su origen externo en relación a los cuatro textos que, en primer lugar, proveen la definición ostensiva del solo término ‘evangelio’. Por tanto: ¿son Tomás, Felipe y Valentín teológicamente consistentes con los sinópticos y Juan? ¿Vienen todos del mismo contexto histórico general y ambiente arqueológico en la antigüedad? ¿Indica el análisis que los textos nuevos son conceptual y empíricamente consistentes con los cuatro evangelios canónicos? ¿Parecen ser, en todo, del mismo Logos? He concluido que un examen lo bastante cuidadoso proporciona una respuesta afirmativa a todas estas preguntas. Así es el propósito de esta edición—junto con los textos coptos, el diccionario y la gramática, disponibles en la Red (Biblio.1)—proveer al lector los recursos para llevar a cabo para sí mismo una investigación completa de estas escrituras extraordinarias.
Se ha sugerido a menudo que estos nuevos escritos son básicamente mezclas, producidas por una serie de desconocidos mucho después de los acontecimientos a que pretenden corresponder. Sin embargo, la explicación más simple aquí (en función del famoso Principio de Economía, de Guillermo de Ockham: «No se deben multiplicar los entes sin necesidad») no es una larga tradición oral seguida por numerosas redacciones escritas; la explicación más simple es que estas tres escrituras fueron compuestas originalmente por el apóstol Tomás, Felipe el evangelista y Valentín de Alejandría, y que nos llegan básicamente intactas y bien traducidas de las lenguas originales al copto. No hay ninguna razón en absoluto para proponer una hipótesis más compleja aquí. Así, siguiendo el ejemplo de la Metafísica de Aristóteles,6 he llamado a esta colección de nuevas escrituras ‘Metalogos’—es decir, ‘más Logos’.
p.ixqus 5.euxariste.k!
—Thomas
Paterson Brown, BA (Amherst),
PhD (Londres)
La
Antigua
Guatemala,
Semana Santa 2012
edit<a>metalog.org
1. Las versiones doc y pdf de esta obra, además de las ediciones paralelas inglesa y griega moderna, se encuentran en www.metalog.org.
2. Está disponible esta obra en forma de libro: Metalogos: los Evangelios de Tomás, Felipe y la Verdad (T.P. Brown, trans. y ed.), Málaga, España: Editorial Sirio, 2009; 272 páginas, ISBN 978-84-7808-677-1; en venta por Qporquo o Amazon.
3. Las ediciones fotográficas de los manuscritos completos en papiro han sido publicadas por la UNESCO con la colaboración del gobierno de Egipto, bajo la dirección de James M. Robinson: The Facsimile Edition of the Nag Hammadi Codices (Códice I y Códice II), Leiden: E.J. Brill, 1977 y 1974; el Evangelio de la Verdad se encuentra en el Códice I, Tomás (escaneado en la Red) y Felipe están en el Códice II.
4. Existe una bibliografía completa referente a los nuevos textos coptos: Nag Hammadi Bibliography 1970-1994, Leiden: E.J. Brill, 1997; también recogida anualmente desde 1970 en la revista Novum Testamentum (ambas por David Scholer); fechado para el 2004, ¡esta lista había alcanzado 10.626 títulos individuales! Véase en la Red la inmensa Gospel of Thomas Bibliograpy (by Sytze van der Laan).
5. La colección entera de unos 45 títulos (incluyendo una amplia diversidad de escritos religiosos de la época) se puede obtener en una edición popular: The Nag Hammadi Library in English (editada por James M. Robinson y Marvin Meyer), San Francisco: Harper y Row, 1977, 1988³ (con Richard Smith).
6. Para la estructura gramatical de la lengua copta he usado el recurso detallado, Introductory Coptic Grammar (por John Martin Plumley, posteriormente Profesor de Egiptología en la Universidad de Cambridge), London: Home y Van Thal, 1948; este recurso autoritativo en mimeográfica mas difícil de encontrar, del dialecto sahídico, está en la Red: fotocopia en 1987 por Robert Michael Schapiro en la Biblioteca de la Universidad Hebrea, Monte Scopus, Jerusalén; transcrito al formato hipertexto (con George Somsel); también en versión impresa castellana pdf.
7. El léxico indispensable es: A Coptic Dictionary (por Walter Ewing Crum), Oxford: The University Press, 1939, reimpresión 2000 por Sandpiper Books Ltd, London y Powells Books, Chicago; en la Red en formatos gif y djvu; véase #39; NB esta obra monumental, el orden de las palabras se determina primeramente por consonantes y luego por vocales; además, el copto es en parte una lengua aglutinante7 que utiliza un sistema complejo de prefijos y sufijos morfológicos y sintácticos, los cuales han de quitarse para identificar el vocablo básico—por ejemplo, tnnannhuebol → tn.na.nnhu ebol (P199a, C219b, C034a: «nosotros.futuro.venir adelante»).
8. En mi traducción de Tomás, he utilizado la insuperada primera edición del copto, con traducciones línea a línea en inglés, francés, alemán y holandés, publicada en: The Gospel according to Thomas (editado por Antoine Guillaumont, Henri-Charles Puech, Gilles Quispel, Walter Till y Yassah ‘Abd al-Masih), Leiden: E.J. Brill; New York: Harper y Brothers; London: Collins, 1959.
9. El Evangelio de Tomás Website, con muchos enlaces, es mantenido por Stevan Davies.
10. Ya hay una muy útil edición interlinear copto/inglés de Tomás (por Michael Grondin, quien también mantiene en la Red el sitio erudito gThomas eGroup.
11. Una edición popular de Tomás, con texto copto, versión inglesa y notas: The Gospel of Thomas (editada y traducida por Marvin Meyer), San Francisco: Harper San Francisco, 1992.
12. Los fragmentos griegos anteriores, los cuales varían significativamente de la versión copta: New Sayings of Jesus and Fragment of a Lost Gospel from Oxyrhynchus (editada por Bernard Grenfell, Lucy Drexel y Arthur Hunt), Oxford University Press, London: Henry Frowde, 1904; interlinear disponible en la Red (por Andrew Bernhard, quien también mantiene el importante Gospel of Thomas Resource Center). (Foto de una figurina de bronce del pez Oxirrinco del Río Nilo, en el Museo Agyptisches, Berlín.)
13. Un relato y análisis bien ilustrativo y muy informativo: ‘The Gospel of Thomas: Does It Contain Authentic Sayings of Jesus?’ (por Helmut Koester y Stephen Patterson), Bible Review, abril 1990.
14. La edición académica de Tomás y Felipe, con materiales auxiliares, texto copto crítico, traducción inglesa y glosarios alfabéticos completamente clasificados en copto y griego: Nag Hammadi Codex II (volumen I, editado por Bentley Layton), Leiden: E.J. Brill, 1989.
15. La edición fundamental en castellano de Tomás y Felipe—la cual tuve siempre presente cuando estaba preparando mi propia traducción de Felipe—traducida directamente del copto con material introductorio, amplia bibliografía y anotaciones: Los evangelios apócrifos (editada y traducida por Aurelio de Santos Otero), Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 7ª edición 1991.
16. Basé mi traducción de Felipe en el texto copto, ampliamente anotado con glosarios completamente clasificados: Das Evangelium nach Philippos (editado y traducido por Walter Till; en la Red), Berlín: Walter De Gruyter, 1963; fotocopiado 1987 en la Universidad de Haifa, Israel; autor de la sucinta mas definitiva Koptische Dialektgrammatik (1994), Till nos ha hecho el gran servicio de analizar el texto copto, para que p.e. la línea continua del manuscrito netsite6ntprw4auws66mp4wm (100.27, de Fel 7) se descifra como net.site 6n t.prw 4a.u.ws6 6m p.4wm y así facilmente se puede traducir «quienes.siembran en el.invierno habitualmente.ellos.cosechan en el.verano».
17. Una edición superlativa en inglés del Evangelio de la Verdad, extensamente anotada con un amplio estudio introductorio: El Evangelio de la Verdad, una meditación valentiniana sobre el Evangelio (en la Red; editada por Kendrick Grobel), New York: Abingdon Press; London: Black, 1960; véase Comentarios Eruditos Modernos.
18. Basé mi traducción del Evangelio de la Verdad en la edición académica, con introducción, texto copto, traducción inglesa, notas copiosas y glosarios completos: Nag Hammadi Codex I (editada por Harold W. Attridge, en dos volúmenes), Leiden: E.J. Brill, 1985; texto copto.
19. El mejor texto interlineal (griego/inglés) y léxico del canon del Nuevo Testamento, con variantes textuales en superlinear y traducción ultra literal en sublinear: Concordant Greek Text y The Greek Elements (ambos editados por Alolph Ernst Knoch), Santa Clarita CA 91350 USA: Concordant Publishing Concern, 4ª edición 1975—altamente recomendado (página de muestra).
20. Una obra de extraordinaria amplitud y perspicacia, referente a los parámetros básicos de la metafísica bíblica en contraste con la griega y occidental: Claude Tresmontant, Ensayo sobre el pensamiento hebreo, Madrid: Taurus Ediciones, 1962; véase ‘Ángel, imagen y símbolo’.
21. ‘La historia de la lengua copta’ (por Hany N. Takla).
22. Varias ediciones de la Biblia: www.biblegateway.com; véase también #25.
23. El magistral Léxico Griego-Inglés de Liddel-Scott-Jones-McKenzie; incluído en #30; véase #39.
24. Esencial en estudios del NT, es el Novum Testamentum Graece de Nestle-Aland, Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 1979 et seq.; incluído en #30.
25. Una edición excelente con amplias notas textuales, índices, tablas, mapas y referencias (la cual lamentablemente continua el uso del nombre híbrido ‘Jehová’, en lugar del correcto ‘Yahweh’): Santa Biblia Reina-Valera (Edición de Estudio), Sociedades Bíblicas Unidas, 1995.
26. Un ejemplo eminente de la cantidad de recursos y enlaces de teología ya en la Red: New Testament Gateway (mantenido por Mark Goodacre).
27. He añadido varias paralelas a las espléndidas Odas de San Salomón, un escrito mesiánico en antiguo siriaco del siglo I, descubierto en 1909 (traducido por Andrea Barrios M.); audio (inglés): Intro-14, 15-28, 29-42.
28. El sitio web sobre la Sábana Santa de Turín, con amplia información histórica y científica además de muchas imágenes detalladas de la tela (mantenido por Barrie Schwortz); una imagen en ultravioleta y clarificada por computadora/ordenador, del rostro de la Sábana, junto con un resumen del estudio científico acerca de la reliquia y los resultados más recientes del Carbono-14: www.metalog.org/files/shroud2.html.
29. Una lista completa, bien útil, de los sitios Internet universitarios en todo mundo: www.braintrack.com.
30. Una colección inestimable de las ediciones más importantes de las escrituras bíblicas en el hebreo, arameo o griego originales, completamente interligadas con traducciones a 25 lenguas modernas, junto con muchas de las obras de referencia principales, todo integrado con programas avanzados para investigaciones textuales, está disponible en un juego de CD, de Bible Works; NB la edición anterior mas totalmente adecuada BibleWorks 5 está disponible por sólo $10 más franqueo.
31. Los vínculos de este website se comprueban periódicamente por Xenu's Link Sleuth (gratis, por Tilman Hausherr).
32. Un website espléndido de escritos cristianos tempranos, en inglés (mantenido por Peter Kirby).
33. Referente a la formación del canon del NT, véase Bruce M. Metzger, The Canon of the New Testament, Oxford: Clarendon Press, 1987.
34. Pedro José Chamizo Domínguez, ‘La traducción como problema en Wittgenstein’, Pensamiento, 1987.
35. Los cinco evangelios de Mateo, Marcos, Lucas, Juan y Tomás, interligados en montaje paralelo (John W. Marshall, ed.), Departamento de Religión, Universidad de Toronto, Canadá.
36. Un análisis definitivo en inglés, de los 613 reglas de la Torah: Abraham Chill, The Mitzvot: The Commandments and Their Rationale, Jerusalem: Urim Publications, 2000².
37. Un programa de oficina superlativo y gratis, incluso pdf: www.openoffice.org.
38. Vínculos directos a la Biblia entera (Reina-Valera 95), capítulo por capítulo: www.metalog.org/files/biblia.html.
39. Un nuevo recuso importante acerca de los evangelios coptos, el cual incluye una versión electrónica del Diccionario copto de Crum, una versión electrónica del Léxico griego de Liddell-Scott-Jones, y la Compendious Grammar of the Egyptian Language de Henry Tattam (edición de 1863): http://sourceforge.net/projects/marcion; documentación en inglés y checa: http://sourceforge.net/apps/mediawiki/marcion (por Milan Konvicka).
40. Un programa gratis para comprimir archivos hiperligados enteros a un solo archivo zip: www.hiteksoftware.com/jaba (utilizado para generar la versión zip de este mismo sitio web: Metalogos.zip).
41. Un recurso comprensivo acerca de la cultura y los jeroglíficos de Egipto antiguo: www.jimloy.com/egypt/egypt.htm.
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EL
‘QUINTO EVANGELIO’ ILUMINA DICHOS DE JESÚS
Darrell
Turner, Religion News
Service, New York, 27.XII.91 (#15709)
(RNS) Un documento antiguo compuesto de dichos de Jesús, ha generado recientemente una gran cantidad de artículos eruditos, además de opiniones fuertemente defendidas de modo que el documento, conocido como el Evangelio de Tomás, merece un público mucho más amplio. Según algunos eruditos, las 114 citas del Evangelio de Tomás son tan importantes como Mateo, Marcos, Lucas y Juan, para obtener una comprensión del hombre a quien los cristianos veneran como Mesías.
En una reciente entrevista telefónica, Helmut Koester de la Facultad de Teología de Harvard, el nuevo presidente de la Sociedad de Literatura Bíblica (USA), dijo que casi todos los especialistas en Biblia de los Estados Unidos, están de acuerdo en que Tomás es tan fehaciente como los evangelios del Nuevo Testamento. En un artículo que apareció en la Bible Review en abril de 1990, Koester y su colaborador Stephen Patterson escribieron, «Hay que conceder una autoridad igual al Evangelio de Tomás que a los evangelios canónicos», en cualquier intento de reconstruir los orígenes del cristianismo.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo sobre la obra durante varias décadas, «nadie ha oído hablar de ella excepto los eruditos», dice Paterson Brown, anteriormente profesor de la filosofía de la religión, el cual ha escrito sobre Tomás en la revista Novum Testamentum (artículo).
Tomás fue descubierto en 1945 en Egipto, junto con más de 50 otras obras antiguas cristianas, judías y paganas, que integran una colección conocida como la Biblioteca de Nag Hammadi. Los documentos, que se fechan desde el siglo IV a.C. hasta el siglo IV d.C., fueron escritos en copto, el idioma de los cristianos egipcios primitivos. La biblioteca, incluso Tomás, ha sido traducida al inglés y publicada en varias ediciones eruditas. Pero muchos eruditos opinan que se debe hacer asequible Tomás en un volumen distinto. «Pienso que es urgente que Tomás sea publicado aparte, en una edición de bolsillo», dijo Brown.
A diferencia de los otros volúmenes de Nag Hammadi, Tomás contiene enseñanzas de Jesús, que los eruditos creen que serían particularmente importantes para lectores cristianos. Muchos de los que estudian el Evangelio de Tomás opinan que su material es potencialmente de más interés para el público en general que los famosísimos Rollos del Mar Muerto—excepto que no es tan bien conocido.
Muchas citas registradas en Tomás son semejantes a las de en los evangelios que integran en lo que se conoce como el canon del Nuevo Testamento—los escritos de la iglesia primitiva, que finalmente fueron aceptados como textos auténticos y autorizados para todos los cristianos. Por ejemplo, el Dicho 90 en Tomás, «Venid a mí, pues mi yugo es fácil y mi dominio es manso y encontraréis reposo para vosotros mismos,» muestra una semejanza muy grande con un conocido pasaje de Mateo 11:28-30.
Henry Barclay Swete, ‘El fragmento de Oxirrinco [PapOx 1]’ (discurso en la reunión de verano de los clérigos, Universidad de Cambridge, 29 julio 1897): El yacimiento de Oxirrinco ... en los tiempos cristianos ... adquirió la reputación de una fortaleza de la vida monástica egipcia.... Los Λογια Ιησου son los oráculos de Jesús, es decir los dichos en los cuales él revela la voluntad divina. El libro exhibe, pienso yo, claras pruebas de su derecho a poseer esta característica. Fue escrito en forma de códice, en hojas, no en columnas sucesivas en un rollo—una forma que parece haber sido reservada entre los cristianos para libros sagrados o eclesiásticos. Cada dicho empieza con una fórmula la cual indica su autoridad de oráculo.... La razón por la que λεγει [es decir, ‘x dice’ en tiempo presente] es apropiado, es que tenemos delante de nosotros un fragmento de una colección de dichos que pretenden ser λογια ξωντα, oráculos vivientes del Amo vivo.... No hay prueba alguna de dependencia de cualquiera de nuestros evangelios corrientes.... No obstante, el griego tiene, pienso yo, el verdadero aroma del estilo de los evangelios; es magníficamente sencillo y claro.... Todo en el fragmento presente apunta al griego sencillo de los judíos palestinos bilingües, acostumbrados a transmitir palabra por palabra las memorias de los oyentes originales del Amo. Dudo que el siglo II o la tierra de Egipto pudieran producir algo parecido.... Encuentro dificultad en creer, a juzgar por la forma en que están inter-conectados, que cualquiera de estos dichos sea más tardío en su origen que el siglo I, o que la colección que los contenía fuese compuesta después de que nuestros evangelios canónicos tuvieran un uso generalizado. Tanto el prólogo de San Lucas como la postdata de San Juan hablan de otros libros además de los evangelios que han sido escritos, o podrían ser escritos, para contener la ‘Gesta Cristi’. Ya tenemos por primera vez una prueba diferente de la existencia de libros que contenían solamente sus dichos, separados de la narración.... Si se pregunta, ¿por qué ninguna colección de Λογια se incluyó en el canon del NT, o ha sobrevivido entera hasta nuestro tiempo?, la respuesta bien puede ser que la Iglesia necesitaba, sobre todo, relatos de la vida, pasión y resurrección del Amo.
————————, ‘Los nuevos dichos de Oxirrinco [PapOx 654]’ (discurso en la Facultad de Teología, Universidad de Cambridge, 7 julio 1904): Ya sabemos que en el siglo III, existía una colección de Λογια Ιησου que circulaba en Oxirrinco y probablemente en otras partes del valle del Nilo. Los dichos no fueron simplemente apuntados en el cuaderno de un compilador, sino preparados para ser publicados.... Mi impresión [es] que los nuevos dichos son sustancialmente auténticos,... a la vez nuevos y según la manera de la enseñanza anterior de nuestro Amo,... la cual es difícil considerar como la creación de tiempos post-apostólicos,... tradiciones basadas en las memorias de quienes habían oído al Amo.
Gilles Quispel, ‘El Evangelio de Tomás y el Nuevo Testamento’ (discurso pronunciado en la Universidad de Oxford, 18 sept 1957): Han salido a la luz unos dichos desconocidos de Jesús, sacados de un evangelio judeocristiano originalmente compuesto en arameo. El Evangelio de Tomás ... no es ni más ni menos que el evangelio usado por los descendientes de la comunidad primitiva de Jerusalén—los cuales parecen haber continuado viviendo en Palestina, casi totalmente aislados de la corriente principal de la tradición cristiana gentil.... No hay, que yo sepa, nada que indique que ésta no es una tradición legítima.... Estos dichos de Jesús—que están incluidos en el Evangelio de Tomás y por su vocabulario, su estilo y su contenido muestran su origen palestino—¿por qué no tendrían el mismo valor histórico que las palabras de Jesús incluidas en nuestros cuatro evangelios canónicos? Tal vez fueron transmitidos en un ambiente palestino muy aislado de los demás de la cristiandad y no influido por las tendencias de la teología paulina. Y no debemos excluir tampoco la posibilidad de que esta gente hubiera preservado algunas veces las palabras de Jesús en una forma más primitiva que la encontrada en los evangelios canónicos.
—————, ‘Unas observaciones sobre el Evangelio de Tomás’ (New Testament Studies, 1959): El Evangelio de Tomás contiene un número de dichos que transmiten una tradición judeocristiana independiente, ni influida por ni fuente de nuestros evangelios canónicos.... Podemos intentar descubrir los arameísmos que son tan frecuentes en estos dichos.... Hasta ahora se han encontrado alrededor de unos treinta logia que contienen huellas de su origen arameo.
—————, ‘El gnosticismo y el Nuevo Testamento’, en J. Philip Hyatt, La Biblia en la erudición moderna (ponencias presentadas en la reunión centenaria de la Sociedad de Literatura Bíblica, 1964): La Espíritu Santa como Madre [es] un concepto bien documentado en la tradición evangélica judeocristiana y totalmente comprensible en una religión de lengua semítica.... El Evangelio de Tomás ... contiene pruebas de una tradición transmitida en un ambiente judeocristiano.... No es gnóstico en absoluto. Los partidarios de la interpretación gnóstica ... tendrían que explicar cómo podía decir el autor que el cadáver podía levantarse de nuevo (logion 5, versión griega).... En cuanto al Evangelio de Tomás, Cristo es nuestro Padre y la Espíritu Santa es nuestra Madre.
Antoine Guillamont, ‘Semitismos en los logia de Jesús encontrados en Nag Hammadi’ (Journal Asiatique, 1958): Los logia coptos [en el evangelio de Tomás] pueden, en determinados casos, ayudar en restaurar el sustrato arameo de los logia sinópticos.... Varias de las divergencias de detalle entre el texto de los logia coptos y el texto sinóptico se pueden explicar recurriendo a un sustrato arameo común. En esos casos, la terminología de los logia coptos nos permite restaurar el sustrato arameo con más certeza que cuando tenemos solamente el texto sinóptico.
Otto A. Piper, ‘Reseña de Códice Jung’ (Theology Today, 1958): Mientras que todo el mundo habla de los Rollos del Mar Muerto, relativamente poca publicidad se ha dado a otro descubrimiento de manuscritos antiguos, los cuales podrían resultar de más importancia que esos para el estudio del cristianismo temprano.... Los editores consideran que ‘El Evangelio de la Verdad’ o es una obra original de Valentín o su revisión por uno de sus discípulos más tempranos. Esto lo fecharía hacia 150 d.C.... Uno queda pasmado por la frescura de su vía. No hay ninguna huella de polémica en contra de ciertos tipos de doctrina establecida; y la exégesis, por ejemplo, del Prólogo de San Juan al principio de la obra, es de una originalidad asombrosa. Las referencias frecuentes a pasajes del Nuevo Testamento y a ‘Jesús el Cristo’, indican la creencia del autor y su determinación ser un cristiano verdadero. En varios casos, por ejemplo en su idea referente a la humanidad, el autor es obviamente influido por el realismo hebraico.... El Evangelio de la Verdad no es un tratado sino un poema. La elegancia de su estilo, la altura de su perspectiva, la ternura con que ‘el secreto’ se describe, la dexteridad infalible con que el término correcto se selecciona en cada instancia ... indican a un autor de talento insólito y espiritualidad profunda y en todos aspectos superior a los Padres [de la Iglesia] del siglo II.... Comparte con los escritores bíblicos la vista hebraica del ego como la totalidad de cuerpo y mente.... [Hay] una ausencia casi completa de elementos mitológicos en el Evangelio de la Verdad.
Robert M. Grant y David Noel Freedman, Los dichos secretos de Jesús (1960): Los primeros descubrimientos los hicieron los que trabajaron con Togo Mina, el director del Museo Copto hasta su muerte en 1949. Estos expertos eran H.-C. Puech, de París, y su alumno Jean Doresse.... [Con respecto al] Evangelio de Tomás, Doresse lo examinó en la primavera del 1949 y, a continuación, anunció que era ‘una composición gnóstica’.... Antes de 1952 Puech había descubierto que se habían encontrado muchos años antes, entre los papiros de Oxirrinco, unos fragmentos griegos de la misma obra, pero nunca se identificaron correctamente.... En 1958 salió la primera traducción completa, hecha a partir de las fotografías de la edición de Pahor Labib por el especialista alemán Johannes Leipoldt.... El Evangelio de Felipe no contiene más que especulaciones gnósticas. El Evangelio de Tomás, en cambio,... es probablemente nuestro testigo más significativo de la tergiversación primeriza del cristianismo por los que querían crear un Jesús a su propia imagen. [Incluido como representativo de muchos comentarios que han sido publicados a través del ultimo medio siglo.]
Kendrick Grobel (←en el vínculo, bajése hasta The Contributor's Column), Introducción a El Evangelio de la Verdad, una meditación valentiniana sobre el Evangelio (1960): [El Evangelio de la Verdad] está escrito en un dialecto distinto del sahídico, que sólo aparece en muy pocos de los libros [de Nag Hammadi]:... el sub-ajmímico (A²),... el dialecto que se habló antes,... algo más de cien millas río abajo desde Jenoboskion.... [Allí,] pues, se debería haber hecho del griego esta traducción del Evangelio de la Verdad; allí, también, con toda probabilidad fue hecha esta copia de la traducción, y de allí se trajo río arriba posteriormente hasta Jenoboskion.... Todos los cristianos del siglo segundo son personajes en una profunda sombra histórica, aun donde han sobrevivido bastantes de sus escritos. Podemos al menos especular que, si Ignacio, Valentín y Justino Mártir hubieran sido igualmente afortunados en la supervivencia de sus escritos, Valentín habría resultado ser el más capaz en ‘talento y elocuencia’, además del más original de los tres y de su siglo entero... [Antes del descubrimiento de Nag Hammadi, podíamos] entender a Valentín solamente por las pocas citas directas fidedignas que nos han llegado de él, principalmente en el Stromata, de Clemente de Alejandría. En contraste con las heresiologías de los Padres de la Iglesia, lo más chocante de los fragmentos es que muestran a un Valentín cuya soteriología es Cristocéntrica—no pleromatocéntrica o sofiocéntrica, [como alegan los heresiólogos].... W.C. van Unnik, profesor del NT en Utrecht, ha declarado inequívocamente (El Evangelio de la Verdad y el NT, p.171) que Valentín mismo fue el autor de esta obra. Estoy de acuerdo con él.... ¿Ha escrito [el autor aquí] algo que sería un secreto no conocido por un cristiano ortodoxo?
Krister Stendhal, ‘El método en el estudio de la teología bíblica’, en J. Philip Hyatt (op.cit., 1964): Las tradiciones del evangelio ... en el Evangelio de Tomás o en los Ágrafa pueden indicar tradiciones que son tan válidas como las del NT. Para el estudioso de la historia cristiana temprana, la limitación a lo ‘bíblico’, es un acto de pereza textual o un pecado metodológico.
Joachim Jeremías, Las parábolas de Jesús (edición de 1965): Es una gran ayuda la que nos presta el Evangelio de Tomás, al ofrecernos once parábolas de los sinópticos en versión propia [9/20/21b+103/57/63/64/65/76/96/107/109].... [Además, Tomás] contiene ... cuatro parábolas que no se encuentran en el NT [8/21/97/98].... El texto de las parábolas no ha sido transformado alegóricamente, sino que ha permanecido intacto (menos las dos adiciones de la parábola del ladrón); esto confiere un gran valor a la tradición que nos transmite el Evangelio de Tomás.
Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías (1977): La Espíritu Santa no [es] masculina (femenina en hebreo; neutra en griego).... El Evangelio de Tomás, descubierto en Nag Hammadi, a menudo se ha considerado que contiene cierto material auténtico sobre el ministerio de Jesús, no conservado de otra manera, por el contrario, en los evangelios canónicos.
Helmut Koester, Introducción a ‘El evangelio de Tomás’, en James M. Robinson (ed.), La biblioteca de Nag Hammadi en inglés (Biblio.5, 1977): Si uno considera la forma y el vocabulario de los dichos individuales, comparados con la forma en que aparecen en el Nuevo Testamento, el Evangelio de Tomás casi siempre parece haber conservado una forma más original del dicho tradicional. En su género literario, el Evangelio de Tomás es más parecido a una de las fuentes de los evangelios canónicos, concretamente a la llamada Fuente de Dichos Sinópticos (frecuentemente llamada ‘Q’ del alemán Quelle, ‘fuente’), la cual fue usada lo mismo por San Mateo que por San Lucas.... En su forma más original, [Tomás] bien puede fecharse en el siglo I.
——————, Antiguos evangelios cristianos (1990): Lo que se pone a prueba es la tradición ‘católica temprana’ u ‘ortodoxa’, que afirma el monopolio de la tradición canónica de los evangelios.... Solamente un prejuicio dogmático permite afirmar que los escritos canónicos tienen una patente exclusiva de un origen apostólico y, por tanto, de una prioridad histórica.... Hay que leer las parábolas del Evangelio de Tomás como relatos por derecho propio, no como expresiones artificiales de alguna verdad gnóstica oculta.
James M. Robinson (editor general de los códices de Nag Hammadi), Introducción a La biblioteca de Nag Hammadi en inglés (Biblio.5, 1977): El enfoque de esta biblioteca tiene mucho en común con el cristianismo primitivo, con la religión oriental y con ‘hombres (y mujeres) santos’ de todos los tiempos, además de los equivalentes más seculares de hoy, como los movimientos de la contracultura aparecidos en los sesenta. El desinterés por los productos de una sociedad consumista, el retiro a comunidades de los del mismo parecer, fuera del bullicio y desorden de la distracción en la gran ciudad, el no mezclarse con los compromisos del proceso político, compartiendo el entendimiento de un grupo exclusivo tanto del curso desastroso de la cultura como de una alternativa ideal y radical normalmente no conocida—todo esto, con ropajes modernos, es el verdadero reto arraigado en materiales tales como la biblioteca de Nag Hammadi.... El propio cristianismo primitivo era un movimiento radical. Jesús reclamó una inversión total de valores, proclamando el fin del mundo como lo hemos conocido y su reemplazo por un tipo de vida bastante nuevo y utópico, en que el mundo ideal sería realidad. Asumió una posición bastante independiente con respecto a las autoridades de su época ··· y no pasó mucho tiempo antes de que lo eliminaran. Sin embargo, sus seguidores reafirmaron su postura. Para ellos él llegó a personificar la meta final.... Lo mismo que los Rollos del Mar Muerto [en Qumrán] fueron guardados en jarras para su protección y escondidos cuando se acercaba la décima legión romana, el entierro [tres siglos después] de la biblioteca de Nag Hammadi en una jarra, habría sido precipitado por el acercamiento de las autoridades romanas, que para entonces se habían hecho cristianas.
———————, ‘Nag Hammadi: los primeros cincuenta años’ (discurso plenario, Sociedad de Literatura Bíblica, 1995): Claramente el Evangelio de Tomás contiene dichos que no pueden ser derivados de los evangelios canónicos,... que obviamente no son gnósticos sino que tienen las mismas pretensiones de ser antiguos, e incluso auténticos, como pueda tener el estrato más viejo de dichos en los evangelios canónicos y en Q. Esto se puede ejemplificar por algunas de las parábolas del reino, en el Evangelio de Tomás.... Tales dichos no son ficciones gnósticas sino simplemente una parte de la tradición oral de los dichos atribuidos a Jesús. Lo que es tal vez más impresionante, es que el Evangelio de Tomás contiene algunas parábolas neotestamentarias encontradas en su forma precanónica.
Ron Cameron, en David Noel Freedman (ed.), The Anchor Bible Dictionary, volumen 6 (1992): Establecer una fecha plausible de la composición [de Tomás] es especulativo y depende de una esmerada sopesación de los juicios críticos sobre la historia de la transmisión de la tradición de los dichos de Jesús, amen del proceso de formación de los textos escritos de los evangelios. La fecha más temprana posible sería a mediados del siglo I, cuando colecciones tales como el Evangelio Q de los dichos sinópticos empezaron a compilarse por primera vez. La fecha más tardía posible sería hacia finales del siglo II, antes de la copia del Papiro Oxirrinco 1 y la primera referencia al texto por Hipólito [de Roma, hacia 170-236 d.C.].... Una fecha de composición en, digamos, las últimas décadas del siglo I, sería más probable que una fecha de mediados o finales del siglo II.
Richard Valantasis, El Evangelio de Santo Tomás (1997): Estos dichos funcionan para construir una subjetividad alternativa y nueva. Mediante la lectura consecutiva y deliberada de los dichos del Evangelio de Tomás, los lectores gradualmente se enteran no sólo de la nueva identidad que los dichos le atribuyen, sino también de la teología, antropología y cosmología que forman el cimiento de esa identidad nueva.... Fechar al Evangelio de Tomás, por medio del núcleo más antiguo de sus dichos, sugiere una temprana datación de 60-70 d.C.... El Evangelio de Tomás no contiene cualesquiera de los sistemas o las teologías de los autores gnósticos.... Conecta al oyente y buscador con la mismísima voz del Jesús viviente, hablando en medio de una comunidad interpretativa.
John Dominic Crossan, El nacimiento del cristianismo (1998): Grenfell y Hunt sacaron conclusiones muy decisivas sobre el texto contenido en su pap. Oxy.1. No sabían, claro está, que formaba parte del Evangelio de Tomás, pero cito su síntesis porque, a mi juicio, se aplica perfectamente a este evangelio como un todo. Ellos establecieron «cuatro puntos: (1) que tenemos aquí parte de una colección de dichos, no extractos de un evangelio narrativo; (2) que no eran heréticos; (3) que eran independientes de los cuatro evangelios el la forma conservada; (4) que eran anteriores al año 140 d.C., y podrían remontarse al siglo I» (Bernard Grenfell y Arthur Hunt, The Oxyrhynchus Papiri: Part I, 1898).
Stephen J. Patterson, ‘La comprensión del Evangelio de Tomás hoy en día’, en Stephen J. Patterson, James M. Robinson y Hans-Gebhard Bethge, El quinto evangelio (1998): Como una colección de dichos, es probable que Tomás se originó durante el siglo I, cuando las colecciones de dichos todavía no habían cedido el paso a otras formas más complejas de literatura, tal como el cuento narrativo o el diálogo.... El radicalismo social que caracterizó la tradición sinóptica temprana, también se encuentra en el Evangelio de Tomás.... Además, algunos de los rasgos más característicos del gnosticismo no se encuentran en Tomás, tal como la idea de que el mundo fue creado por un demiurgo maligno.... Ahora parece lo más probable que en el Evangelio de Tomás tenemos realmente un texto nuevo, cuyas tradiciones no son derivadas, por lo demás, de otros evangelios mejor conocidos y que fue escrito originalmente en un tiempo más o menos contemporáneo al de los textos canónicos.
Higinio Alas Gómez, Evangelios de Nag Hammadi (1998): [El gnosticismo] básicamente negaba la realidad física de Cristo encarnado.... Poco a poco los académicos han ido comprendiendo que no es justo clasificar [los] textos [de Tomás, Felipe y Valentín] como gnósticos,... cuando éstos afirman claramente la encarnación, la crucifixión y la resurrección de Cristo.
Elaine H. Pagels, ‘La interpretación del Génesis 1 en los Evangelios de Tomás y Juan’, Journal of Biblical Literature (1999): Los dichos [en el Evangelio de Tomás] no están puestos al azar, sino ordenados cuidadosamente para conducirlo a uno por un proceso de buscar y encontrar «la interpretación de estos dichos» (log. 1).... La teología y antropología de Tomás no dependen de ningún presunto ‘mito gnóstico’ genérico. Al contrario,... la fuente de esta doctrina religiosa es, simplemente, la interpretación de Génesis 1.... Tal interpretación conecta el eikon de Gén 1:26-27 con la luz primordial,... para demostrar que la imagen divina implantada en la creación, capacita a la humanidad para encontrar ... el regreso a su origen en el misterio de la creación primordial.
——————, Más allá de la creencia: el Evangelio secreto de Tomás (2003): Ahora que los estudiosos han empezado a ubicar las fuentes descubiertas en Nag Hammadi, como piezas recién descubiertas de un complejo rompecabezas, al lado de lo que hace mucho hemos conocido de la tradición, nos enteramos de que estos extraordinarios textos, que sólo ahora están llegando a ser ampliamente conocidos, van transformando lo que conocemos como Cristianismo.... Empecemos con una mirada fresca a las fuentes más familiares de todas las fuentes cristianas—los evangelios del Nuevo Testamento—bajo la perspectiva ofrecida por uno de los otros evangelios cristianos, compuesto en el siglo I y descubierto en Nag Hammadi, el evangelio de Tomás.
Nicholas Perrin, ‘El Evangelio de Tomás: ¿un testigo al Jesús histórico?’ (discurso, reunión anual de la Sociedad de Literatura Bíblica, 2002): El Evangelio de Tomás no fue compuesto originalmente en griego;... al contrario, sólo muestra evidencia de haber sido compuesto en siríaco [es decir, arameo¹].... En segundo lugar, el Evangelio de Tomás no es una colección de dichos en proceso de evolución, con etapas distintas. Al contrario, es una unidad compuesta cuidadosamente y compilada por un editor de habla siríaca. [¹hebreo Mr) (aram) = LXX griego ΣΥΡΟΙ, como en II-R 8:28, Ezra 4:7; véanse Biblio.27, Mt 4:24, y Fel 20a (línea 6)]
Jean-Yves Leloup, Introducción al Evangelio de Felipe (francés 2003, inglés 2004): Remontarnos [así] hasta los orígenes cristianos, es encontrarnos en un espacio de libertad sin dogmatismo, un asombroso espacio por la presencia del acontecimiento que se manifestó en la persona, las obras y las palabras del maestro de Galilea. El Evangelio de Felipe nos invita a seguir a Cristo por medio de traernos a esta vida lo que es inmortal dentro de nosotros, lo que San Juan llamó la vida eterna.... Otro tema importante que muestra una afinidad entre este evangelio y el de Tomás, es la idea de la no-dualidad.... El Evangelio de Felipe ... trata de temas que eran sin duda la fuente de muchos desacuerdos en su época, al igual que lo son aún hoy en día.
Harold W. Attridge, The New York Review of Books (1.IV.2008): El corpus de la literatura cristiana de los siglos II y III ... refleja el intenso debate entre los seguidores de Jesús.... La facción que ganó estos debates fomentó su propia versión de los sucesos de esa época y suprimió cualesquiera voces discordantes.... En el siglo pasado,... se descubrieron un buen número de manuscritos compuestos por los vencidos en las antiguas luchas eclesiásticas.... El más importante fue un conjunto de códices ... descubierto en 1945 cerca del pueblo de Nag Hamadi, en Egipto.... Muy pronto, se motejó de ‘gnóstico’ al hallazgo en su integridad, retomando un término despectivo usado por los polemistas antiguos contra sus adversarios eclesiásticos. Aunque una secta, al menos, se hubiese tildado a sí misma como ‘los gnósticos’ (‘los conocedores’), haciendo referencia a un conocimiento arcano, la idea de que esta etiqueta general se puede aplicar con propiedad a todas las sectas cristianas primitivas se ha criticado firmemente por parte de los especialistas contemporáneos. Los primeros cristianos, cuyas opiniones se desaprobaron, representaban un amplio abanico de opiniones y grupos sociales.... La filosofía que subyace a... [esos] sistemas etiquetados generalmente como ‘gnósticos’, debe mucho al platonismo popular de las épocas helenística y romana.
Biblical Archaelogy Review, ‘Los diez descubrimientos principales’ (VI-X.2009): Entre los textos de Nag Hamadi estaba el completamente preservado evangelio de Tomás, el cual no sigue los evangelios canónicos en relatar la historia del nacimiento, vida, crucifixión y resurrección de Jesús, sino presenta al lector una colección muy temprana de los dichos de Jesús. Aunque este texto místico fue al principio considerado un texto gnóstico, hoy día se piensa que revela aún otra hebra del cristianismo temprano.
1Jacques Schwarz y Charles Kuentz, Códice II, en una tienda de antigüedades de El Cairo.
2En exposición en la Galería John Ritblat de la nueva Biblioteca Británica en Saint Pancras, Londres; imagen de alta resolución.
3Véase ‘La Espíritu Materna’.
4Los apóstoles no escogieron al sucesor de Iscariotes (Hch 1:12-26) mediante votación—mucho menos por un voto dividido, que parecería absurdo en el contexto—sino por medio de suertes, para averiguar la voluntad divina. ¿Deberíamos suponer que solamente los de la minoría de 24 que prevalecieron en Trento eran inspirados, mientras que los 31 opuestos o en abstención carecían de consejo celestial? ¿Por qué no la conclusión contraria, rechazando el canon en cuestión, puesto que los de la mayoría absoluta no estaban a favor?
5‘Normas para leer e interpretar’, The New Interpreter's Study Bible (Nashville: Abingdon Press, 2003).
6Llamada así con posterioridad a su autor por el peripatético Andrónico de Rodas.
7A.T. Robertson, Gramática del Nuevo Testamento a la luz de la investigación histórica, II.3.b (1919³, incluido en Biblio.29): «Los gramáticos comparatistas hablan de lenguas aislantes, aglutinantes y flexivas. En las lenguas aislantes, como el chino,... las palabras carecen de flexión y la claridad de significación depende de la posición en la oración y el tono de la pronunciación.... Las lenguas aglutinantes [como el copto] ... expresan las diversas relaciones gramaticales por medio de numerosos prefijos, infijos y sufijos separables. [En] las lenguas flexivas,... aunque se hace una distinción entre la raíz y las terminaciones flexivas, las raíces y las terminaciones no existen separadas unas de otras. Hay dos grandes familias en el grupo flexivo, la semítica ... y la indo-europea.»